Origen, riesgos y perspectivas de la minería en el Perú

Origen, riesgos y perspectivas de la minería en el Perú Publicado en el suplemento de ciencia y tecnología del diario "La Primera" Escribe Modesto Montoya (*) Los recursos geológicos del Perú convencieron a unas doscientas empresas peruanas y extranjeras para explorar el territorio durante el año 2011. Hay minerales, petróleo, yacimientos no metálicos, recursos geotérmicos y aguas subterráneas. Para una adecuada explotación de esos recursos es necesario un estudio científico previo, especial para cada área de explotación. El choque de la placa Nazca con el continente formó la cordillera de los Andes en los recientes 20 millones de años. El proceso dio lugar a rocas magmáticas, volcanes, sismos y fallas. El agua de lluvia ha discurrido por las fracturas, los poros de las rocas no fracturadas, y las cavernas, acarreando y depositando en su curso minerales estructurados en cristales o minerales amorfos. En este proceso hidrotermal, el agua recibe contaminación natural, a la que se une aquella provocada por las actividades humanas. En la exploración, las empresas no empiezan a ciegas. Reciben información del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet), el que ha divido el territorio peruano en franjas metalogenéticas con probabilidad de encontrar yacimientos de interés económico. La exploración empieza con grandes superficies, guiada por la literatura, las anomalías e indicios de mineralización. Si el objetivo es el oro, la búsqueda empieza por elementos guías que pueden llevar al ansiado metal. Rara vez el oro aparece solo, suele estar acompañado con plata, arsénico, antimonio, plomo, zinc, entre otros. En una excavación minera profunda, los mineros se encuentran con la napa freática (lagunas y ríos subterráneos). Para seguir trabajando, deben bombear el agua. En cierta manera, se hace minería de agua, si la consideramos a esta como un recurso valioso. La minería es una actividad milenaria en el Perú. La cultura de Caral usó numerosos minerales, como rodocrosita, crisocola, cuarzo. La crisocola fue utilizada por el Señor de Sipán para formar figuras en sus orejeras de oro. Hace algunos años se vendía metales de cobre, plomo y zinc, entre otros. Hoy, el 80% de las ventas peruanas es de concentrados de bajo valor agregado. Por otro lado, hasta ahora se ha explotado los minerales cercanos a la superficie terrestre. Falta explorar regiones escondidas, para lo que se requiere técnicas diferentes a las actuales. Por la falta de mejor empleo, muchos han optado por practicar la minería no controlada, convertida en un gran riesgo para el ser humano y el ambiente. Trabajan sin casco, sin máscara, colocan plásticos por doquier, vierten ácidos al río y envenenan la naturaleza. Esos mineros informales explotan el oro, pre-concentran el mineral, le echan mercurio para atraparlo, lo pasan por una tela, quedando oro con mercurio. Luego le ponen fuego para evaporar el mercurio, lo que pone en riesgo su salud. La explotación minera requiere una participación multidisciplinaria de profesionales. El geólogo descubre las reservas, el ingeniero de minas extrae el mineral, y el ingeniero metalurgista reduce el tamaño del mineral pasándolo a chancado y molienda. Se separa lo valioso para tener concentrados. Los metales de poco valor quedan forman los relaves. El agua arrastra los metales pesados al suelo, a los lagos y rios. Por ello también se requiere profesionales de otras disciplinas y una visión integral para recuperar la confianza en esta actividad con pasado no muy glorioso. Finalmente, debemos reiterar una tesis fundamental: en el mediano y largo plazo, para no seguir ahondado la fosa entre peruanos, tenemos que promover industrias basadas más en el conocimiento que en la explotación de recursos no renovables. (*) Agradezco a los ingenieros o científicos César Vidal, José Macharé, Fluquer Peña, Esther Rivera, Rolando Carrascal, Ana Mujica, Guido del Castillo, Humberto Chirif, Víctor Carlotto por sus explicaciones resumidas en esta nota.