Encuentro Científico Internacional por el Perú

En el Encuentro Científico Internacional (ECI) 2014 de verano se reunieron científicos e ingenieros peruanos y amigos del Perú para hacer conocer sus avances en investigación y establecer lazos de colaboración con las instituciones nacionales de ciencia y tecnología. Lo que encontraron fue una ausencia de políticas de atracción de talentos al Perú y un debate sobre un cuestionado proyecto de Ley sobre reformas en el sistema universitario.
Como una muestra objetiva de lo dicho, en el año 2014, en el Estado, hubo incremento en las remuneraciones de militares, policías, médicos, jueces. Los investigadores del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología siguen con las mismas remuneraciones de hace una década. Las excepciones se han dado para los que se dedican a la gestión, algunos de los cuales reciben remuneraciones especiales por alta especialización.
Persiste la prohibición de usar los recursos del canon minero dedicado a ciencia y tecnología en las universidades estatales para retribuir a los investigadores.
En la CADE 2013, el ministro de Economía y Finanzas prometió que todo esto será resuelta en cuatro meses, en el marco del programa Servir dedicado a los servidores del Estado y de una modificación de la ley del canon minero.
Todo ello consolida en el Estado un sistema de remuneraciones con un gran grupo de servidores con leyes especiales y la masa de otros servidores, entre los que están los investigadores en ciencia y tecnología, con situación incierta.
Con esta política no cabe duda que se verá un incremento de la dependencia tecnológica del Perú. Prácticamente todo lo nuevo que se usa en los sectores productivos y de servicios depende de la importación de productos tecnológicos, en la que no hay contribución peruana. Somos cada vez más usuarios de productos tecnológicos que creadores de nuevas tecnología.
El Perú está perdiendo la guerra del conocimiento, en la que las potencias establecen políticas para atraer a sus laboratorios a los talentos del mundo que les permitirá seguir compitiendo con productos y servicios innovadores. Para revertir esta tendencia, será necesario una política que priorice las actividades de investigación científica y tecnológica que implica un mejor trato para sus protagonistas. Los beneficiarios de esa política serían todos los peruanos, con el acceso de tecnologías para resolver sus problemas, los que no son pocos.