Escribe Modesto Montoya (*)
“El Perú urge de un buen gobierno” nos decía, en su curso
del doctorado en gobierno y políticas públicas, el maestro José Matos Mar.
“Necesitamos que los políticos comprendan el Perú y su clamor de integración”,
añadía preocupado. “Por ello, antes que me pase algo, he escrito el libro “Estado
Desbordado y Sociedad Nacional Emergente”, me confió en 2012 en una entrevista
para el programa “Encuentro con la Ciencia”.
José Matos Mar nació en
1921 en Cora Cora, de padres cusqueños. Pasó cinco años en Tarma y bajó
a Lima en 1930. Estudió en San Marcos, teniendo como profesores a los mayores
científicos sociales que ha tenido el Perú. Matos Mar estudió el mundo andino. Los
gobernantes de entonces miraban más a París que a Cora Cora. Por ello, a su tema de investigación llamó “El
otro Perú” en el que vivíamos los peruanos cuyos antepasados habían construido
andenes, canales, textiles extraordinarios, entre otras obras tecnológicas.
En los Andes, los mensajes de la escuela del Estado y de
iglesia católica entraban en conflicto con la enseñanza de nuestros amautas.
Los enviados oficiales decían traernos la civilización, pero nosotros observábamos
el deterioro de nuestra cultura y nuestros suelos. Hay que descender para
enseñarles nuestro mundo, decían los amautas de la cordillera occidental,
señalando el mar de tinieblas que cubría la Costa.
En los años cuarenta Matos Mar fue testigo de la invasión
del cerro San Cosme que el comienzo de un proceso irreversible. Para este
articulista, por ejemplo, revisar su trabajo es recordar que en 1954 invadimos
los arenales donde ahora se encuentra el barrio “Progreso” de Chimbote. Tal
como describe Matos Mar, y como se ve en las fotos que ilustran sus libros, éramos
miles los que habíamos bajado de los Andes. Invadimos los arenales para
levantar nuestras casas con esteras, las que defendimos contra guardias de
asalto y sus caballos. A las ciudades extranjerizantes las cubrimos de color
andino.
Luego de estudiar cuanta barriada había surgido, en 1984, el
amauta mayor publicó su “Desborde Popular y Crisis del Estado”. Y desde
entonces ha seguido estudiando el proceso al que dio lugar ese desborde. Y eso no
es poco. Hay provincias enteras creadas en los desiertos, donde los andinos llegaron
y levantaron ciudades.
En la Universidad Ricardo Palma, José Matos Mar lideraba un
grupo de estudio que entendió que el desborde afectó al Estado y observó el
progreso de las comunidades que se instalaron en la Costa. Esas comunidades,
con características propias, estaban dispuestas a conducir su destino a pesar
del Estado caótico y sin real capacidad de gestión.
Cinco generaciones de peruanos que llegaron de los Andes han
creado una nueva cultura, nuevas empresas, nuevos poderes económicos formales e
informales. Falta una integración peruana y una reforma estructural en la
educación, reforma industrial, una verdadera reforma agraria, nos decía el amauta
Matos Mar.
El Perú oficial se opone a la fusión de las de las dos
culturas. Gobiernan siempre los mismos y con los mismos resultados: la pobreza
y la desigualdad. Como todo avanza rápido, decía Matos Mar, la corrupción, el
narcotráfico, la violencia y la falta de ciencia y tecnología nos puede
condenar a una irreversible pobreza.
A pesar de todo, el amauta José Matos Mar nos dejó la
esperanza de que el desborde sea parte del proceso que llevará a la integración
de los mundos que viven el Perú actual para dar lugar a un país inteligente y
sostenible.
(*) Doctor en gobierno y políticas públicas, ex
alumno de José Matos Mar
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