domingo, 5 de febrero de 2012

Guerra molecular contra virus y bacterias peruanas

Ciencia y tecnología 2011
Página Opinión del diario El Comercio, 31 de diciembre del 2011


Las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945 mostraron el poder destructor de la radiación nuclear, la que luego fue usada para el diagnóstico y terapia de enfermedades, en especial para destruir tumores cancerígenos. A principios del siglo XXI se ha evidenciado el potencial de la ciencia molecular y sus aplicaciones pacíficas. El Perú está avanzando en este campo: contamos con investigadores de primer nivel internacional, en plena batalla contra virus, bacterias y tumores que hacen tanto daño a los peruanos.

Cuando Carlos Bustamante era escolar, su padre (reconocido médico limeño) le regaló un microscopio. Ello le permitió conocer cómo el jabón reventaba células. Así empezó a comprender la lucha por la supervivencia que se da a nivel celular. Y en eso concentró su curiosidad e inteligencia. Lo que lo apasionó fue la biología: quería comprender los fenómenos fundamentales de la vida, el origen de todo. Y ello está en la macromolécula de ADN, la que ha sido el centro de las investigaciones de la segunda mitad del siglo XX.

Cuando en el Silicon Valley se germinaba la revolución de la microelectrónica, Bustamante llegó a Estados Unidos a encontrar más explicaciones sobre esa lucha por la vida a nivel celular, pero ya estaba interesado en la bioquímica, en las moléculas. Había realizado una maestría en bioquímica en San Marcos. En Estados Unidos, no solo comprendió los fenómenos moleculares, sino que inventó técnicas para estudiar las fuerzas que dominaban el ADN, molécula que se encuentra en el núcleo de todas las células de nuestro cuerpo y de los seres vivos en general. El ADN identifica a un ser vivo y lo diferencia de cualquier otro.

El estudio del ADN de los seres humanos permite conocer sus potencialidades y sus debilidades. Las tendencias a contraer enfermedades genéticas. Y ello también permite tratamientos personalizados a los pacientes. Las mutaciones en nuestras células pueden originar cáncer.

Las mutaciones en el ADN que se producen diariamente en la tuberculosis dan lugar a nuevas formas, algunas de las cuales no tienen cura, por lo que se les llama multidrogo resistentes. Ahora se tiene incluso la tuberculosis extremadamente resistente, la que es simplemente fatal. Y antes de terminar con la vida del enfermo, se produce decenas de nuevos contagiados. El cerro San Cosme es el paraíso para ese tipo de tuberculosis. El análisis del ADN de virus y bacterias permite elaborar la estrategia para atacarlos y eliminarlos del cuerpo de los pacientes que han invadido. El tratamiento depende del tipo del microorganismo que genera la enfermedad.

En la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Carlos Bustamante ha construido un laboratorio moléculas singulares, gemelo al que tienen en la Universidad de Berkeley. El laboratorio de la Universidad Cayetano Heredia es liderado por Daniel Guerra. Uno de los objetivos de este laboratorio es comprender los secretos moleculares de los virus y bacterias que tiene en jaque a los peruanos.

El ejemplo de Carlos Bustamante, expuesto en varias versiones del Encuentro Científico Internacional, ha dado lugar a una reacción en cadena de vocaciones. Innumerables nuevos biólogos moleculares se han formado siguiendo su ejemplo. Están en los mejores laboratorios del mundo, decididos a enrolarse en legiones de científicos dispuestos a librar la guerra que nos han declarado virus y bacterias mutantes. Solo falta que el presidente del Perú los convoque y les proporcione las armas moleculares de la ciencia.

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