Diario "El Comercio", Miércoles 14 de Diciembre del 2011
La atención del mundo se ha centrado en la conferencia de científicos del CERN (Ginebra, Suiza), los que afanosamente buscan la famosa partícula Higgs. Esta supuesta partícula es la que daría origen a la masa existente en el universo, por lo que se le llama partícula dios.
El intento de producirla, en sí, es una hazaña tecnológica. La magnitud de energía que se maneja en el experimento es difícilmente imaginable. Para comprender, empecemos por ciertas definiciones. Un electronvoltio (eV) es la energía que adquiere un protón al ser acelerado por un voltaje de 1 voltio; si es acelerado por uno de 1.000 voltios, el protón logra 1 kiloelectronvoltio (1keV); luego se tiene el megaelectronvoltio o millón de electronvoltios (MeV); y después el gigaelectronvoltio (1 GeV), es decir mil millones de electronvoltios.
En 1964, Peter Higgs predijo la existencia de la partícula que ahora lleva su nombre, la que se decía debería tener una masa equivalente cercana a 120 gigaelectronvoltios, a compararse con el 0,938 gigaelectronvoltio de la masa del protón (según Albert Einstein, la energía de una partícula es igual a su masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz). En el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) se aceleran protones para alcanzar niveles de energía de ese orden, para luego hacerlas chocar frontalmente, concentrando energía y convertirla en partículas con masas superiores a las iniciales.
Sobre esa búsqueda, Rolf Heuer (director del CERN) dice que el rango de masas de la posible masa de Higgs se ha reducido a los intervalos 116-130 GeV (según el experimento Atlas) y 115-127 GeV (según el experimento CMS). Sin embargo, hay mediciones independientes que indican un exceso entre 124-126 GeV. Pero aún no es concluyente. Sin duda, el 2012 deberá resolverse.
La cantidad de energía necesaria de concentrar en el intento de producir la partícula Higgs, cuya existencia consolidaría la llamada teoría estándar, ha obligado a usar el acelerador más grande del mundo. Este acelerador no solo tiene una infraestructura gigantesca; también cuenta con la colaboración de miles de científicos de todo el mundo.
El Perú no es ajeno a estos experimentos. Alberto Gago (PUCP) y Javier Solano (UNI), de la Academia Nuclear del Perú, son los científicos peruanos que participan en experimentos sobre física de partículas, en el CERN o en el Fermilab de Chicago.
La física de partículas trata de comprender el origen y evolución del universo. Si bien este objetivo parece no tener mucho que ver con los problemas cotidianos del ser humano, para alcanzarlo se ha tenido que desarrollar una serie de tecnologías que han sido cruciales para la humanidad. Entre esas tecnologías, podemos mencionar a los superconductores, los que han permitido la resonancia magnética; los detectores que dan lugar a instrumentación de imágenes médicas y la Internet, la que ha revolucionado las relaciones humanas e impulsado el desarrollo de países que promovieron el sector ciencia, tecnología e innovación.
domingo, 5 de febrero de 2012
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